lunes, 19 de marzo de 2012

COLERA


Yendo camino de Francia por la carretera nacional hacia la frontera de La Jonquera, el paisaje del Alto Ampurdán, mezclando lo agreste del Pirineo y el llano del Mediterráneo, el verde de la montaña y el azul del mar, es de lo más sugerente. El recorrido invita a parar. Un buen lugar para hacer esta parada y tomarla como base de operaciones es el pequeño pueblo de Colera.

Allí nos esperan dos playas, la de Garbet y la d'en Goixa, ambas de guijarros. También hay atractivos paseos hasta el Castillo de Molinás de origen medieval y ahora en ruinas, así como se puede llegar hasta la ermita románica de san Miquel de Colera, construida en el siglo XI.

Pero sobre todo, desde la tranquilidad de Colera se puede visitar el animado casco urbano de Cadaqués, la Casa Museo de Dalí en Porlligat, el accidentado Cabo de Creus o el monumental monasterio de san Pere de Rodes.

O sea, todo un lujo.